Todo un verano escuchándola por todas partes, pensando que sería un remix de Pitbull con Inna o calaña similar. Pero no. Era la supuesta princesa del pop. Qué sorpresa.
La canción, además de odiosamente pegadiza, es cansina, y el vídeo no puede ser más ridículo: tal y como dice el título de la canción, va del fin del mundo, en la archiconocida fecha de los mayas esos que cuando llegaron al 2012 se cansaron de tallar piedras. Y a Britni le parece que la mejor idea es bailar en un puti pub con sus amigas. Bravo.
Rabia la que me da a mí cada vez que la ponen. La conocéis de más, y estoy seguro de que la habéis bailado borrachos en nochevieja.
Nada ha cambiado desde el año pasado cuando sacó Loca. Mismo estilo latino ligeramente irritante, y misma voz de guarrilla. Bueno, miento, algo si que ha cambiado: se ha puesto peluca.
Olé.
Los ritmos machacones atacan de nuevo. Pero esta vez a saco. No sé qué es lo que más me gusta de esta canción, si su falta de melodía o sus gemidos incómodos.
Y por si fuera poco, en el vídeo nos torturan con la espeluznante visión de un grupo de horteras balanceando sus paquetes a cámara lenta.
Innecesario en su totalidad, desde los pezones con mostaza hasta la permanente.
Por desgracia, no hace falta que presente esta indecencia. Por algún motivo que se me escapa, este truñete está teniendo un éxito insoportable. He de decir que ha estado A ESTO de ser el namber guan, pero ver un 1 al lado de esta canción me duele en el alma.
Me consuela saber que es una canción de estas en un idioma que no es inglés o español, y de las que nadie se preocupa en unos meses. Además, su cantante siempre desaparece de la faz de la tierra, véanse O-Zone o Alizée. Pronto te reunirás con ellos, Michel Telón.
Y sí, la portada del single es así de cutre.
Y no podía ser de otra manera, señores. Abortos musicales hay muchos, pero ninguno tan deliciosamente malo como lo fue Friday.
Desde la voz al vídeo, pasando por la letra, esta obra maestra destaca precisamente por no destacar en nada excepto en casposidad.
La infinidad de parodias y memes que arrollaron internet cuando salió a la luz fueron casi mejor que el vídeo en sí. Sin embargo, Rebe se lo tomó todo con mucha filosofía, e incluso demostró tener sentido del humor participando en varias parodias de su propio vídeo.
Y aunque sea ligeramente contradictorio siendo la peor canción de 2011, no puedo hacer otra cosa que darte las gracias de corazón, Rebe.
Long live Rebecca.
Ah, y feliz 2012.